Taj-Mahal

Se dice que es el edificio mas grandioso jamas construido por amor. Por algo habra sido elegido como la primera maravilla del mundo.
Fue un emperador mongol el que, tras morir su mujer, decidio levantar el Taj-Mahal como mausoleo en el que enterrarla. Les costo 22 anos, dicen.

El dia de Navidad, al alba, tras pasar unas medidas de seguridad estrictas, caminamos entre la neblina matutina el paseo que lleva a una plaza, desde donde cruzamos el arco de entrada a los jardines que rodean el monumento.
Ahi estaba. Se han visto tantas fotografias suyas que al principio hasta te suena, como si no fuera nada nuevo. Fotos, fotos, mas fotos. El guia nos va explicando la historia, cuando, como, quien, etc. Pero la verdad es que no le hacia mucho caso. No solo porque lo que decia me sonaba de la Lonely Planet, sino porque mis ojos y mi atencion estaban en el Taj. Su simetria es tan perfecta a simple vista, que no es simetrico. Su marmol blanco cambia de color conforme el sol va asomando. Su reflejo en el agua es perfecto. Y cada angulo desde el que lo miras te pide una nueva foto. En el, todo tiene su por que, desde el tamano de sus inscripciones en arabe hasta la ligera inclinacion de las 4 torres que lo rodean.

Una vez dentro, se aprecian los relieves en el marmol, las infinitas piedras semipreciosas traidas desde Sudafrica, Nueva Zelanda, Belgica y otros lugares lejanos, todas ellas incrustadas en las paredes. Y en el centro, la tumba -replica, porque la verdadera esta un piso mas abajo y no se puede ver- de la mujer del emperador. A su lado, el propio emperador, al que su hijo enterro alli tras destronarle, rompiendo la simetria del lugar.
Era dificil caminar de vuelta al coche sin darse la vuelta, una y otra vez, y parar para contemplarlo de nuevo. Desde luego, su fama es merecida.