miércoles, 31 de diciembre de 2008

De tierras de leyenda...

Jaisalmer es una ciudad estrategicamente situada: antano porque era de obligado paso en las rutas de comercio entre India y Asia Central, y ahora por su cercania con el vecino Pakistan, con el que India tiene una de las fronteras mas calientes del planeta. Su aeropuerto esta cerrado por seguridad, solo se puede llegar en coche o tren, y la presencia militar en la zona se siente. Se dice que Jaisalmer es la ciudad de la que son originarios los gitanos, y de hecho hay poblados muy cerca.

Pero aunque parezca extrano, Jaisalmer es un lugar tranquilo. Se puede caminar por sus calles sin sufrir el acoso de vendedores e interesados. Su impresionante fortaleza se alza sobre el resto de la zona, dominante, rodeada de 99 bastiones, y toda ella construida en arenisca, que con el sol adquiere un color dorado. Nos adentramos en su interior, vagando entre sus cientos de palacetes, tambien de arenisca, regateando en sus bazares, y disfutando de una comida en una terraza con una vista espectacular de la zona -vease articulo siguiente :)-.
Una noche, disfutamos de una velada en casa de un Jaisalmeriense :p; disfrutamos de te, algo de comer, algunas cervezas y un poco de whisky indio. Y aderezado con musica de diferentes procedencias, aunque el chaval no paraba de poner Chambao :D. Todo ello en un atico de lo mas cool :).

Al principio del viaje dudabamos si merecia la pena desplazarse hasta Jaisalmer, tan lejos de todo lo demas. Ahora podemos decir que fue un acierto hacer el esfuerzo :).

Y de alli, camino de Udaipur, hicimos una parada en Jodhpur. Alli, simplemente visitamos el mastodontico fuerte en lo alto de una montana -otro fuerte, aunque bastante diferente en todo-. Nos empapamos un poco de su historia, maharajas y maharanis incluidos, de sus batallas y de un poco de comer :p, antes de seguir hasta Bishnoi Village.
Bishnoi Village es un poblado en el que una tribu, los Bishnoi, llevan una especie de hotel en medio del desierto, que consiste en unas cabanas al estilo Rajastani, aunque adecuadas un poco para el turista. Los Bishnoi -su nombre significa literalmente 29- son una tribu que tiene (como su nombre indica) 29 reglas a seguir en su vida: levantarse pronto cada dia para adorar a Dios, nada de carne ni caza, ni huevos, ni pan, invertir todo su beneficio de la venta de leche y textil en oro, para en caso de necesidad de uno de sus miembros, venderlo, y otra serie de peculiariedades.

En el campamento-hotel, pudimos disfrutar de comida tradicional, danzas y musica del Rajastan, alrededor de una hoguera, junto a una familia de Varanasi que estaba alli para pasar el fin de ano. Al amanecer visitamos el poblado y contemplamos como antilopes, pavos reales y demas campaban a sus anchas, a salvo de cazadores en la zona.

Y asi pues, nos encaminamos a Udaipur, donde estamos ahora y hasta el proximo domingo.

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